¿Cuánto se gana alquilando una propiedad amoblada vs. sin amoblar?
Al momento de poner una propiedad en alquiler, una de las decisiones más importantes es si conviene ofrecerla amoblada o sin amoblar. Esta elección no solo afecta el tipo de inquilino que se puede atraer, sino también la rentabilidad mensual, el tiempo de ocupación y el esfuerzo de gestión que requerirá el inmueble.
En Paraguay, y particularmente en ciudades como Asunción, Luque o Encarnación, cada vez más inversores se plantean esta comparación para maximizar el retorno de su propiedad. En este artículo se analizan las diferencias clave entre ambas modalidades para tomar decisiones con más claridad.
Alquiler sin amoblar: gestión más pasiva, ingreso más previsible
Ofrecer una propiedad sin muebles suele ser la modalidad más tradicional, pensada para inquilinos que buscan contratos de largo plazo y que ya cuentan con su propio equipamiento.
Ventajas:
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Menor inversión inicial: no se requiere comprar muebles, electrodomésticos ni elementos decorativos.
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Contratos más largos: los inquilinos suelen quedarse entre 1 y 3 años.
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Menor rotación: implica menos vacancias y menos gestiones mensuales.
Consideraciones:
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El alquiler mensual suele ser más bajo.
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Difícil de destacar en zonas donde hay mucha oferta similar.
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Mayor dependencia del mercado local de largo plazo.
Este formato es ideal para quienes buscan ingresos estables sin necesidad de involucrarse demasiado en la gestión diaria de la propiedad.
Alquiler amoblado: mayor rentabilidad, gestión más activa
Ofrecer una propiedad amoblada implica una inversión inicial mayor, pero abre la puerta a un público diferente: personas que necesitan una solución inmediata, temporal o que valoran la comodidad de no tener que equipar el espacio por su cuenta.
Ventajas:
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Ingreso mensual más alto, en muchos casos entre un 30% y 50% más que una propiedad sin muebles.
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Posibilidad de atraer a inquilinos como ejecutivos, estudiantes, extranjeros o profesionales en tránsito.
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Versatilidad: puede usarse tanto en alquiler tradicional como en plataformas como Airbnb.
Consideraciones:
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Mayor desgaste del mobiliario y necesidad de mantenimiento periódico.
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Rotación más frecuente de inquilinos.
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Requiere seguimiento constante o delegar la gestión.
En barrios bien ubicados, con buena conectividad y servicios, las propiedades amobladas suelen tener una demanda sostenida y rápida ocupación.
Comparativa práctica en cifras (estimativas)
Ejemplo: departamento de 1 dormitorio en Villa Morra, Asunción
Modalidad | Ingreso mensual estimado | Inversión adicional inicial | Perfil de inquilino |
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Sin amoblar | Gs. 2.500.000 | Baja | Pareja, familia, residente |
Amoblado tradicional | Gs. 3.500.000 | Media | Ejecutivo, estudiante |
Amoblado temporal | Gs. 4.000.000 a 5.000.000 | Alta | Turista, profesional móvil |
Valores estimados, sujetos a ubicación, estado del inmueble y nivel de equipamiento.
¿Qué conviene más?
Todo depende del perfil del propietario, su objetivo financiero y el nivel de involucramiento que desea tener.
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Si el objetivo es estabilidad, menor gestión y contratos largos → sin amoblar.
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Si se busca mayor ingreso y se está dispuesto a asumir una gestión más dinámica → amoblado.
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Si se apunta a rentabilidad máxima, alta ocupación y flexibilidad → alquiler temporal.
Amoblar una propiedad no solo eleva el valor percibido por el inquilino, sino que permite acceder a segmentos de mercado con mejor capacidad de pago. Eso sí, implica asumir mayor responsabilidad en la gestión.
La clave está en conocer el entorno, entender la demanda real de la zona y elegir en función del objetivo de inversión.